Un insólito hecho fue revelado en el centro penitenciario Alto Bonito ubicado en Puerto Montt, Región de Los Lagos, donde cuatro gendarmes fueron suspendidos de sus funciones tras ser acusados de vender platos de curanto a los reclusos.
De acuerdo con la información, los funcionarios ofrecían esta tradicional comida chilota a los reos del módulo 11 con un valor de $30.000. Dicha sección es conocida por albergar a prófugos con alto compromiso delictual. Este insólito hecho fue descubierto luego de una investigación interna, que reveló la transacción indebida.